Durante el embarazo la futura madre sufre una gran cantidad de cambios en su cuerpo. La dieta y diversos hábitos también deben modificarse para reducir riesgos tanto para ella como para el bebé. Muchas embarazadas creen que acudir al dentista durante la gestación es peligroso, pero, ¡es falso!
Es más, durante esos meses es importante acudir con algo más de frecuencia a tu Dentista de Confianza ya que los cambios hormonales afectan de lleno a la salud bucodental. ¿Y qué pasa si tenía planeado empezar un tratamiento de ortodoncia? Según confirman desde la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), es un tratamiento seguro.
La ortodoncia durante el embarazo
Antes de comenzar con el tratamiento de ortodoncia, se requieren de unas pruebas previas para que el diagnóstico sea lo más exacto posible. Para que tu Dentista de Confianza realice un plan de tratamiento adecuado requerirá fotografías dentales, faciales y registros de tu mordida.
Esto no entraña riesgo alguno tanto para el bebé como para la madre. En ocasiones se necesitan radiografías, pero además de proteger al bebé con un delantal de plomo en la barriga de la madre, la radiación que se emite para tomarlas en las clínicas es baja e inofensiva. Es la única prueba que puede generar más rechazo o entrañar algún riesgo, pero desde SEDO insisten en la bajísima radiación y en que el haz de rayos no va dirigido hacia esa zona. Pero en muchas ocasiones se aconseja esperar a después del embarazo para tranquilidad de la madre y comenzar con más ganas y motivación el tratamiento.
Encías sensibles e inflamadas
Durante la gestación las encías suelen inflamarse y sangrar más, se conoce como gingivitis del embarazo. Es una complicación habitual y que tras el parto, si todo va bien, se pasa. Por ello es importante acudir al dentista, para que evalue el estado de tu boca y se anticipe si surge algún problema.
El cambio de dieta, los nuevos hábitos alimenticios, los antojos e incluso los vómitos también alteran la salud de la dentadura. Se come a deshora y junto con los antojos dulces, se forma el caldo de cultivo para el desarrollo de las caries y la placa. Las náuseas de las primeras semanas de embarazo tampoco ayudan, el reflujo estomacal es muy ácido y daña mucho el esmalte.
Es importante extremar la higiene bucal para eliminar las bacterias y que la gingivitis del embarazo no se vuelva crónica. La ortodoncia de por sí no es dañina en el periodo de gestación, pero si hay que extremar los cuidados orales, si se comienza este tratamiento deben incrementarse más aún.
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