De manera inconsciente, las personas que padecen bruxismo hacen friccionar los dientes de arriba contra los de abajo, produciendo ese ruido tan reconocible y.. en algunos casos.. molesto, que además de provocar desgaste en los dientes de quienes lo padecen pueden acarrear ciertos síntomas mucho más dolorosos:
- Un dolor intenso en la mandíbula y el oído.
- Dolor en el cuello y espalda (que puede confundirse a veces con dolor cervical).
- Dolor de cabeza.
- Ansiedad.
- Tensión.
- Sensibilidad dental al frío, el calor y los alimentos dulces.
- Insomnio.
Pese a que no todos los que sufren esta enfermedad tienen los mismo síntomas, la mayoría de ellos acaban quejándose de dolores mandibulares y de espalda.
Lo complicado de este hábito, es que, al ser involuntario no podemos hablar de una prevención eficaz, pero si de un diagnóstico precoz que nos ayude a paliar los molestos síntomas. La mayor parte de los pacientes no son conscientes de que sufren este trastorno hasta que no llevan un tiempo sufriendo molestias musculares y en la mayoría de los casos no se relaciona con este síndrome hasta que se evidencia en los dientes.
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Aunque nunca se encuentra un diagnóstico claro, en la mayoría de los casos el bruxismo es consecuencia de una tensión o estrés acumulado, así que muchas de las recomendaciones que hacemos los dentistas para que dejemos esta práctica, no son más que técnicas de relajación o hábitos que hagan más leve el dolor, como:
- La práctica deportiva de forma habitual.
- Ejercicios para la relajación.
- Aplicar hielo o paños calientes en la zona donde te duele.
- Evita ingerir alimentos duros y dulces.
- Bebe agua diariamente.
- Masaje en las partes donde se produce el dolor.
- Dumuerme bien.
Por nuestra parte tan solo podremos evitar que esta práctica nos descascarille los las piezas dentales gracias a unas fundas de contención llamadas férulas, que se utilizan durante la noche para proteger los dientes mientras descansamos. Por esto es tan importante llegar a controlar el estrés, ya que una vez tengamos superado este periodo de ansiedad, lo más seguro es que nunca volvamos a padecer esta molesta patología.
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