Utilizando la propia capacidad natural de tu cuerpo para osteointegrarse, podemos reconstruir los dientes. El proceso de osteointegración consiste en tomar un dispositivo y unirlo al hueso, y se realiza mediante la inserción quirúrgica y luego la curación natural del material óseo. A medida que el hueso sana, se cura alrededor del dispositivo fusionando los dos. En la Clínica Clídecem podemos colocar un poste en tu mandíbula como reemplazo de la raíz del diente, proporcionando una base firme para una prótesis dental.
En odontología, podemos usar un dispositivo conocido como implante dental para soportar una prótesis de reemplazo de dientes. Esto puede incluir una corona dental, un puente, una dentadura postiza parcial o una dentadura completa. Restaurar tus dientes usando una combinación de implantes y prótesis es la restauración más cercana a tener sus dientes naturales. Esto se debe a que estamos reconstruyendo la base, no depende de los dientes vecinos. Dependiendo de la necesidad del paciente, el paciente puede requerir un implante o varios implantes para soportar la prótesis necesaria.
Una vez colocado, un implante dental se considera una estructura permanente. Se fusiona con el hueso y la mayoría de los pacientes conservarán su implante durante el resto de sus vidas, aunque se considera que la vida útil del dispositivo es de unos veinte años.
Ciencia de la osteointegración
La reparación de huesos es algo que se ve con frecuencia en medicina. Los pacientes tienen caderas, rodillas, hombros y más reparados con tornillos y placas. Este proceso está disponible para nosotros debido a su habilidad natural para sanar. Tu hueso crece continuamente y podemos manipularlo para crear una conexión estructural a medida que el hueso crece alrededor de los dispositivos que se colocan quirúrgicamente para su reparación.
Un implante dental se asemeja a un tornillo en su forma y tamaño relativo, y también varía en longitud y ancho para el trabajo que se realiza. Así como un tornillo está diseñado para impactar en una gran cantidad de superficie, lo que permite una mejor retención, también lo es un implante dental. La línea de cresta roscada que envuelve el implante está diseñada para entrar en contacto con el material óseo considerable, lo que permite una gran superficie para que el hueso crezca alrededor y cree conexiones. A medida que el hueso crece, se adhiere al implante para lograr una conexión firme.
Estudios a largo plazo
Los implantes dentales no son una ciencia nueva. Los estudios comenzaron en la década de 1960 cuando los científicos cuestionaron la biocompatibilidad con el esqueleto, la resistencia del material utilizado y los resultados a largo plazo. Hoy en día utilizamos implantes dentales de cerámica de titanio y circonio. Ambos materiales son fuertes, ligeros y biocompatibles. Se ha descubierto que la colocación quirúrgica de implantes dentales es muy exitosa para los pacientes que pueden curarse a tiempo y que a menudo exceden la vida útil esperada del dispositivo. La tasa de éxito general supera cualquier otra restauración dental.
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