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Además de la calidad del material, para que un implante dental tenga éxito es importante que el tejido óseo del maxilar, en el que se integra, tenga la densidad y cantidad suficiente. Si no hay una buena superficie de agarre, es difícil que el implante dental logre mantenerse en su sitio durante mucho tiempo.
Pero ¿qué ocurre si, por diversos motivos, el hueso no está en buenas condiciones? ¿Es necesario renunciar a los implantes si no hay hueso? Afortunadamente, los implantólogos contamos con diferentes técnicas de regeneración ósea que nos ayudan a que la gran mayoría de nuestros pacientes puedan hacerse un implante dental.
Si este es tu caso, en este artículo, los especialistas de Clidecem, tu clínica dental en Puente Genil te contamos todo lo que necesitas saber sobre las técnicas de regeneración ósea.
Los implantes dentales son un tratamiento eficaz para recuperar la función y la estética de la boca, pero, al igual que sucede con las raíces de los dientes naturales, los implantes deben fijarse en el maxilar y estar rodeados de hueso.
Por norma general, se estima que la zona de hueso que sustenta un implante debe tener como mínimo unos 10 mm de altura y unos 5 mm de espesor.
Pero, ¿qué podemos hacer si hay una pérdida de hueso dental? ¿Se pueden poner implantes si no hay hueso?
Si las pruebas diagnósticas indican que existe falta de hueso en las encías, entonces es necesario realizar alguna técnica de regeneración ósea, como el injerto de hueso dental. Estas técnicas permiten recuperar la densidad de hueso suficiente para poder así colocar un implante dental. En definitiva, si no hay una densidad mínima de hueso, el implante no tiene dónde agarrarse y el tratamiento implantológico será un fracaso.
La regeneración ósea está indicada para aquellas personas que quieren ponerse implantes, pero tienen falta de hueso en las encías. Es el caso de pacientes que llevan muchos años sin dientes (edéntulos), ya que la zona donde estaba el diente (alvéolo), va perdiendo poco a poco su volumen debido a la cicatrización.
Del mismo modo sucede con las personas de edad avanzada, que padecen osteoporosis, enfermedad periodontal y/o que fuman tabaco, ya que la mala vascularización de la zona provoca que la calidad del hueso sea menor.
Todos ellos son los pacientes que con más frecuencia precisan de las técnicas de regeneración ósea antes de hacerse un implante dental.
Pero también existen otros motivos que precisan de una regeneración ósea dental, como el hecho de haber tenido quistes o tumores en el maxilar, haber sufrido alguna extracción dental agresiva o incluso haber llevado prótesis dental mal ajustada.
Tampoco debemos olvidar la necesidad de regeneración ósea de aquellas personas que, por circunstancias anatómicas, tienen los maxilares con poca anchura o altura y necesitan algún injerto de hueso dental u otro tratamiento regenerativo previo a la colocación de implante.
En función de la pérdida de hueso dental y de las circunstancias de cada paciente, podemos indicar una o varias técnicas que nos permitan reconstruir los tejidos y, posteriormente, colocar implantes dentales.
Podemos recurrir a injertos dentales del propio paciente, obtenidos de otras personas o de animales. Pero, como decimos, hay que estudiar de forma personalizada cada caso para determinar si la persona puede ser tratada con cirugía ósea regenerativa.
No obstante, en el caso de aquellos pacientes con enfermedades graves que impliquen un sistema inmunitario muy deprimido, es posible que debamos buscar un tratamiento alternativo.
La regeneración ósea con plasma rico en factores de crecimiento es un procedimiento rápido e indoloro que ofrece múltiples ventajas. Esta técnica, que se utiliza en otras ramas de la medicina, permite acelerar la reparación de tejidos y la regeneración ósea con el plasma del propio paciente.
Consiste en inyectar en la zona a tratar el plasma del propio paciente rico en factores de crecimiento que se obtiene previamente mediante una sencilla muestra de su propia sangre.
El éxito de este tratamiento de regeneración ósea dental con plasma radica en que el plasma es del propio paciente y contiene una alta concentración de proteínas y plaquetas propias, que aceleran la reparación, regeneración de los tejidos y la osteointegración del implante en el hueso.
La regeneración ósea dental por injerto óseo consiste en una intervención quirúrgica que permite reponer el hueso perdido. Para ello, lo más adecuado es utilizar hueso del propio paciente, pero no siempre es posible. Por eso, los injertos de hueso también pueden proceder de un donante o de animales o pueden ser materiales sintéticos.
Como decimos, para reponer la pérdida de hueso en la encía podemos utilizar los injertos dentales. Para hacer este trasplante de hueso dental podemos recurrir a diferentes tipos de injertos óseos dentales, que son biocompatibles, y no dan rechazo.
Utilizar el hueso del propio paciente para la regeneración ósea es la opción más adecuada porque evita cualquier tipo de rechazo. No obstante, no siempre es posible, para lo cual tenemos otras opciones.
Si no es posible realizar el injerto de hueso dental con el del propio paciente, podemos añadir hueso de origen bovino o porcino. Este material biocompatible y estéril se coloca mediante cirugía sobre el propio hueso del paciente.
Por lo general, la regeneración del hueso dental se da en torno a 6 meses, a razón de 1 milímetro por mes. Pero también se considera normal un periodo de entre 4 y 8 meses. Durante ese tiempo, el injerto óseo dental se transforma en hueso y permite colocar los implantes dentales donde antes no se podía.
El procedimiento quirúrgico para los injertos de hueso dental se suele hacer bajo anestesia local.
Dependiendo del caso y circunstancias particulares, será más aconsejable una u otra técnica de regeneración de hueso. Será tu dentista quien te indique el mejor tratamiento para tu caso concreto.
En los casos en los que hay poco hueso en las encías, es necesario realizar una regeneración ósea para conseguir más hueso en el que el implante quede fijado. Esta es una solución muy común, pero existe un impedimento de dicho procedimiento, que es cuando no se tiene nada de hueso.
El precio del injerto de hueso dental depende de la técnica empleada, del caso en particular, del tamaño del defecto y su localización. Así pues, lo más aconsejable es que te dirijas a nuestra clínica en Córdoba. Los especialistas de Clidecem te asesorarán personalmente sobre qué tratamientos necesitas y cuánto cuesta un injerto de hueso dental en tu caso.
Te resolvemos con más detalles otras posibles preguntas que puedas tener sobre los implantes dentales en 24 horas.
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